Fue una muy buena idea para el dueño del café poner a su mujer detrás del mostrador. Los clientes acudieron en masa. Sí, la esposa ninfómana siempre había exigido más atención, pero ahora era bueno para el negocio. Sus encantos siempre estaban en el negocio, el café se vendía tan bien como el alcohol, e incluso tenía sus propios clientes habituales. Incluso una barista podía alcanzar la fama si a su marido no le importaba.
No tuvo tiempo de bajarse del tren, pues la zorra ya se ofrece a relajarse. Y, de hecho, cuando la esposa se quedó en casa - por lo que quieren sentirse como un joven semental, para alejar a la libertad. Y aquí hay una frau bonita que te mira con adoración. Bueno, no hace daño para agitar las cosas en una ciudad extranjera y dejar un recuerdo de - Sí, he estado aquí, recuerdo follando una morena, cum en su culo abundante. Un hombre, ¡es un hombre a los 50 años!
Gracias por la paja.